@jaimito1996

jueves, 2 de febrero de 2012

Petra, el lugar más alucinante del mundo

 Escondida y esculpida sobre la rojiza roca de un angosto valle en el sur de Jordania se encuentra Petra, la ciudad rosa, la capital de los nabateos, uno de los lugares más increíbles de la tierra.
 Es una ciudad de origen nabateo, un pueblo cuya arquitectura se asemeja bastante a la de los clásicos de la Antigüedad. Se accede a ella a través de un sinuoso pasillo entre rocas llamado El Siq por el cual circula un acequia. El estecho y angosto camino es espectacular y finaliza llegando al corazón de la ciudad, el principal símbolo y monumento: el Tesoro (Khazneh). Es una fachada esculpida en la roca y con unas dimensiones mastodónticas que impresionan a cualquiera. 






 Tras contemplar la espectacular imagen el recorrido continúa mostrándonos más fachadas esculpidas en la roca. El pueblo nabateo era un pueblo nómada por lo que no se conservan viviendas como tal sino que la mayoría de edificios son tumbas esculpidas en la roca. Una serie de tumbas conocidas como las tumbas reales nos aguardan en una explanada de tierra en la que también se haya un teatro. En este explanada se proponen al turista varias rutas alternativas las cuales nos llevarán a puntos altos de las escarpadas montañas . Entre ellas destacan la del Altar de los Sacrificios que nos permite observar con claridad el valle en el que se encuentra Petra y otra que conduce a un punto entre las montañas que nos ofrece una panorámica del Khazneh principal. Espectacular, aunque los turistas tendrán que aguantar el sacrificio de subir unos cuantos escalones pero la recompensa merecerá la pena.







 Tras las largas y duras caminatas es recomendable recorrer el paseo junto al foro hasta llegar al restaurante principal donde podréis comer, descansar y tomar un refrigerio. Ahora después terminaremos la ruta llegando al punto más alto y remoto de la ciudad: el monasterio Deir.
 Está situado en lo alto de las montañas teniendo que subir el visitante alrededor de 1000 escalones. Una barbaridad pero merecerá la pena. Si os cansáis o no os veis capaces podéis contratar un caballo para que os suba hasta lo alto. La larga caminata se hará dura pero es muy bonita. En ella se observan los rincones de la montaña, una perspectiva del valle, paredes de roca, desfiladeros,... Una pasada.
 Tras la subida llegaréis al monasterio. Es de un estilo similar a la de el Tesoro. Se encuentra en una explanada en la montaña rodeada de tiendas donde, tras contemplar el monumento e inmortalizar la imagen con una cámara es aconsejable tomar un té y gozar de un merecido descanso.
 Básicamente Petra se resume en una ciudad oculta en las montañas y llena de misterios. Es un privilegio poder visitarla y el visitante la recordará eternamente. Es una de las visitas de las que más me acordaré en mi vida.




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